sexta-feira, fevereiro 23, 2007

Viva

En el lado del mundo que habito, la primavera comienza a hacerse patente. Sobre todo en la floración de los almendros y en las consiguientes alergias de individuos como yo.
Pero lo importante es que los días se alargan, se alargan, se alargan y el sol se va adueñando de las tardes.
Lo noto al volver a casa. Ahora me apetece pasear, con el iPod currando (mi hipoacusia está encargada, creo) y la menda tarateando tranquilamente. Apetece bailar. Apetece correr. Apetece saltar. No me importa que la gente me mire, que se pregunte si estoy loca o que sonría cuando paso por su lado.
Estamos vivos.
¡Estamos vivos!
¡¡¡ESTAMOS VIVOS!!!
Y aunque a veces lo olvidemos, es una sensación tan intensa cuando te paras a pensarlo, que casi duele la barriga y dan ganas de llorar.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No sé qué decir pero quería dejar constancia de que he leído hoy y ahora esto...

11:48 da tarde  

Enviar um comentário

<< Home